sábado, 23 de marzo de 2013

Bernhard Schlink



EL LECTOR, Bernhard Schlink, Ed. Anagrama, Compactos, Barcelona, 2002 (1995)


Reseña publicada en revista Mensaje (www.mensaje.cl) N° 522, Septiembre de 2003


El lector se ha transformadoen uno de los volúmenes  más exitosos que la editorial Anagrama ha editado en este último tiempo. Sus reseñas han aparecido en numerosas publicaciones nacionales y ha recibido variados premios europeos.

Ya el título es una interpelación a quienes solemos dirigirnos instintivamente a las librerías, pero la esencia de dicho título demora en ser establecida en el avance del relato; una demora sobria, madura, digna de una estabilidad propia del entorno y estabilidad del autor, como la imagen reflexiva y fría de los alemanes. El título es incluso una delicada referencia a un protagonista cuya opinión es fundada y consistente en todo momento.

El juego que se produce entre el verdadero lector y nosotros resulta en un espacio donde la curiosidad adolescente cobra vida para mostrarnos una sociedad en proceso de reconstrucción luego de los horrores del nazismo.

Concretamente, Michael Berg, el protagonista de 15 años, conoce fortuitamente a Hanna, una operaria del tranvía de la ciudad de 36 años, muchos secretos, un oscuro pasado y firmes conceptos, con quien comienza una intensa relación de pareja, y quien le enseña el mundo de la sexualidad, el cual es comentado desde la perspectiva de quien descubre esa nueva piel que puede entregarle tanta satisfacción. Varios años después de la desaparición de Hanna, Michael la vuelve a encontrar en un juicio por crímenes de la era nazi, donde , al final, comprende importantes aspectos de la vida y personalidad de Hanna, con quien retomó fríamente una relación que logró cerrar el círculo de una relación interrumpida intempestivamente.

Es así como, a través de Hanna, Michael y sus reflexiones, podemos conocer algo más del proceso que los alemanes tuvieron que vivir como nación para superar los odios generados por la era nazi, teniendo en claro que el proceso involucra a todos quienes viven en el país. Una reflexión que nos puede servir a los chilenos en nuestro camino de reencuentro nacional post dictadura.

Pero en definitiva, esta es una historia que recrea con decisión los avatares de quienes deben vivir con limitaciones culturales severas, como personas impedidas de desarrollar una existencia normal y que deben sortear esas dificultades de la mano de un orgullo que, como siempre, resulta fatal.

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